Sé que nunca te dije cuanto te amaba
sé también que en todo este tiempo jamás
dije cuanto te extrañaba.
Sé que fingía ser fuerte y que
no dolió tu adiós sin regreso.
Sé que fui dura e indiferente ante la presencia de la gente.
Sé que no visite tu lecho eterno,
por miedo a en mil pedazos romperme!
Lo que nadie sabe es que en silencio lloro,
que noche a noche tu recuerdo imploro,
vivo penando, soñando que tus manos me acarician,
que tus ojos llenos de amor y ternura
me vuelven a mirar, y que tus brazos
me vuelven a estrechar.
Nadie sabe que cada noche antes de dormir
suplico por tu alma pido por ti,
pido que un día vuelvas a mi…
Que te regalo mil pensamientos al día,
que desde que te fuiste ya en mi rostro
no hay mucha alegría.
Que abrazo el recuerdo en mi mente de la
promesa de que volverías,
que jamás me dejarías,
que tu adiós nunca llegaría.
Nadie sabe que desde tu partida
vivo en mi mundo perdida, que te llevaste
una parte importante de mi vida.
Duele fingir estar bien pero más duele
saber que no estas, que no estás aquí.
Duele verte aquí en esta lapida fría y
pálida donde no queda nada…
Nada de ti ni de mí.
Sólo quedan los recuerdos de lo que ya
no vendrá, sólo quedan estas flores muertas
marchitas sin vida.
Algún día ellas tuvieron vida como lo tuviste tú!
Autor: Ángel del Silencio
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