Aunque tengas días nublados,
nunca pierdas las esperanzas de poder recibir,
las suaves caricias del sol.
Si en algún momento de tu vida te robaron el corazón,
no permitas que te roben la esperanza.
Por qué preocuparnos por los problemas de mañana,
si aún no solucionamos los de hoy.
Saber perdonar y ser perdonado,
es un eslabón fundamental
de una larga cadena para llegar a la felicidad.
Si deseamos el fruto más sabroso no sacudamos el árbol,
tengamos paciencia, esperemos que solo se desprenda de su rama.
Enviado por: Anónimo
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