Esa extraña sensación de despertar y querer tenerte a mi lado,
surge cada mañana solitaria y me acompaña en el desayuno,
en mi caminar diario, y en la noche cuando todos han caído presas de Morfeo.
Es en ese momento cuando el insomnio me asalta
y me parece sentir tu cuerpo recostado junto al mío
en la inmensa e impenetrable oscuridad de mi habitación,
la que también es tuya.
Te recorro con mis manos centímetro a centímetro
palmo a palmo, beso a beso,
pero cuando llega la luz matutina,
no queda nada de ti más que tu recuerdo
y esa extraña sensación de despertar y quererte tener a mi lado.
Enviado por: Roldan
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