sábado, 5 de febrero de 2011

Reflexión de Pobreza

Ángeles Equivocados

Pobreza, mal de males,
de tristeza, lagrimas y desesperación,
donde los sueños están por los suelos,
para poder traspasar el hambre,
que está sumida entre el olvido y la desgracia,
donde muchos arrastran ríos de miserias,
entre las agudas espinas del sufrimiento,
que los hace pensar, en la oscura noche,
y en el implacable frió que se mete hasta los huesos,
solo, por ser ángeles equivocados,
que arrastran el polvo cada día,
entre las calles empedradas de su desgracia.

Sentados en una piedra,
miran el horizonte lejano,
donde se va perdiendo la tarde cubierta de hermosos colores,
y llamas como lenguas de oros,
que invitan hasta el más infeliz a soñar despierto,
pero la verdad es que tienen sus pómulos saltados,
y con una mirada deshojada,
que en el camino, se doblan como ramas secas.


El tiempo sigue su marcha,
y a veces no saben ni la hora ni el día en que están,
porque sus relojes desde hace mucho tiempo no mueven sus manecillas.

Que triste , que cruel es la pobreza,
que muchos se recuerdan su hambre como un abismo
que solo se oye el eco de sus estómagos,
como si fueran desiertos en la lejana realidad,
llevándolos a contemplar la muerte,
donde quedaran inmóviles, pero soñando en un pedazo de pan,
que hubiera hecho felices, antes de que quedaran sin respiración.

Por eso, el canto de los aires, se han convertido en lamentos,
por dejar aquellos desvalidos árboles que están en el desierto sin agua,
y que ahora parecen fantasmas de la noche,
dando suspiros de tristeza y gritos desolados,
que por desgracia, nacieron como unos ángeles equivocados
sin alas y sin ese hermoso resplandor que ciega los ojos
pero con signos de hambre y desnudes.

Autor: Mauricio "Maury" Olivares

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