Pronto llegara el día,
que el cielo, el sol y las estrellas,
lloraran lagrimas de sangre,
y los ríos mansos que danzan al compas del tiempo,
se enfurecerán, y se saldrán de su cauce,
como las furias aguas del mar,
y los aires como olas quemaran,
y buscaran refugio, para pedir perdón,
por la angustia de perder sus almas,
que vivirán en el túnel de silencio y de miedo,
donde el azufre, será el perfume de sus sueños,
y la sal será como diamantes refinados,
que cubrirán sus almas
entre el humo espeso, que los hará llorar.
Como un solo lenguaje
que llevaran por mucho tiempo,
como maldición que fue creciendo en los corazones,
solo por no poder levantar sus manos al cielo,
y su mirada en Cristo Jesús,
y en ese día será el lloro y el crujir de dientes,
queriendo pedir perdón al altísimo del universo,
pero será muy tarde,
porque sus corazones se volvieron piedras de sal,
y angustia desesperante, que lloraran lagrimas de sangre,
pero será muy tarde, para que puedan alcanzar la salvación,
para que puedan caminar en las calles de oro
y el mar de cristal, que Cristo Jesús nos a prometido.
Y EL VENDRÁ SENTADO EN UNA NUBE, PARA LEVANTAR SU PUEBLO, SOLO ESTÁ ESPERANDO QUE LE DES SU CORAZÓN
Autor: Mauricio "Maury" Olivares
esto es
ResponderEliminaresto
esto es la pura verdad
excelente maury sos re bueno, sigue escribiendo poemas asi me gustan mucho, saludos desde argentina!!
ResponderEliminarbello, bello. 1 beso
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