Qué suerte he tenido,
de poder estar vivo
de poder respirar el aire cada mañana,
como el amor que tengo y que corre dentro de mis venas,
que puedo sentir el perfume delicado
de la gardenia enamorada, que cuando oigo
el sonar de los violines se me eriza la piel
por pensar que la tengo en mis brazos
y que tu corazón vibra junto al mío,
como el amor que sentimos y que no nos deja tranquilo
como los aires que se mueven temblando entre las olas de mar azul marino,
y que nuestros sentimientos, nuestro amor de magnolia,
crece cada día porque llevamos en nuestras vidas,
las caricias ceñidas y nuestro amor vivo que aunque nos divida
un océano de estrellas.
Nuestro amor esta cerca y que en nuestras cajitas rojas,
guardamos todos nuestros recuerdos,
y seguiremos como estrofas doradas
que esperan aquel día, donde la sinfonía deleite el tímpano
de nuestro amor y nos reuniremos
en aquel hermoso y frio jardín del edén, cubiertos de coronas
y perfumados cipreses donde dormiremos juntos
para no separarnos jamás y tomados de las manos
seremos felices entre nubes inmaculadas y cielos de diamantes
calles de oro, y un mar de cristal donde seremos bendecidos
por la mano de dios nuestro señor.
Autor: Mauricio "Maury" Olivares
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