Un día te fuiste de mi lado,
en silencio y sin decir una palabra
como el día da su último suspiro
cuando aparece el alba
cuando aparece la noche.
Tu partida fue en silencio y dolorosa
que dejaste mi corazón en un mundo de confusión
y desangrándose
preguntándole a Dios porque te habías ido,
porque todo el amor que te tengo y me tienes todavía mi mente no puede entender
porque la mujer más bella y tierna de este mundo
se había ido.
La mujer que me amo desde niño,
y su vida la puso en las manos de Dios
ella es mi madre,
la mujer más santa, la que hablaba con Dios para que me cuidara
la de mirada dulce como el amor mismo.
La que caminaba con su espíritu luchador
aferrándose a la vida,
y que se había convertido en mi ángel guardián,
para poder velar mis pasos
para que pueda seguir aquella luz divina.
Ella fue y será para siempre mi santa madre de mis amores
que cada palabra que digo, es gracias a ella.
Pero ahora sea ido de mi lado
cerrando sus ojitos de mariposa tierna
porque sé que un día, estaremos juntos como la primera vez y para siempre.
Autor: Mauricio "Maury" Olivares
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